Pruebas
VW T-Roc Cabrio
Es atrevido, es exclusivo, es cómodo e incluso práctico, que mejor forma de comenzar con las pruebas dinámicas tras el confinamiento, que sentir el sol y el viento mientras se conduce.
Muchas sensaciones transmite el VW T-Roc Cabrio y, la de sentirse libre es la mas importante, pero no la única. Estamos ante un segmento con muy pocos integrantes, de momento, y eso es una ventaja para el modelo alemán, que además de todas sus bondades es “casi” exclusivo.
Gracias a Volkswagen Canarias, hemos podido probar durante unos días de la gran novedad de la firma alemana, que ataca sin miramientos el segmento mas competitivo, creando un nuevo nicho de mercado con el T-Roc Cabrio.
Parece que Volkswagen quería atreverse con un descapatoble y para ello ha elegido un segmento en donde su ofensiva es clarísima y más en Canarias, donde esta mezcla podría resultar perfecta.
Centrándonos en las líneas del T-Roc Cabrio, su parte frontal marcadamente ancha, sus líneas concisas y sus proporciones nítidas reflejan el fuerte carácter de este descapotable. Este primer SUV compacto cabrio de Volkswagen reúne la robustez y los puntos fuertes de un SUV con la agradable experiencia de conducción de un descapotable.
El T-Roc Cabrio mide 4.268 mm de largo y tiene una distancia entre ejes de 2.630 mm. La anchura sin retrovisores es de 1.811 mm y la altura, de 1.522 mm. La relación de anchura y altura subraya la dinámica. El centro de gravedad de la carrocería, bajo para lo que es habitual en un SUV, aumenta el placer de conducir. El conductor y el acompañante están sentados a 599 mm sobre el asfalto en relación con la altura de la cadera; y los pasajeros traseros, incluso a 616 m. La capacidad del maletero es de 280 litros, independientemente de si la capota está abierta o cerrada.
La unidad de la parrilla del radiador, amplia y alta con faros dobles integrados, domina el frontal del T-Roc Cabrio. Las versiones superiores de los faros iluminan con tecnología LED, su carcasa tiene una estructura extraordinariamente plana. Esto es posible, porque los intermitentes y las luces de conducción diurna se han desplazado a los parachoques. En el equipamiento con faros LED, tienen una firma luminosa redonda característica. Una gran entrada de aire que ocupa una rejilla de nido de abeja y una protección visual de los bajos cierran esta parte frontal hacia abajo.
En la parte trasera del T-Roc Cabrio dominan las líneas horizontales, que hacen que este crossover abierto tenga un aspecto plano, amplio y deportivo. Los embellecedores del sistema de escape y el elemento del difusor tienen un diseño de forma trapecial. Debajo de las ventanillas del T-Roc Cabrio discurre una moldura cromada hacia la parte trasera. Las aplicaciones todoterreno de plástico protegen los arcos de rueda, los largueros inferiores laterales y la zona inferior de la parte frontal y trasera. Al mismo tiempo, reducen visualmente la altura de la carrocería.
Ocho colores. En cuanto a la pintura, los clientes pueden escoger entre ocho tonos de color. Verde Cactus y Blanco Puro son colores lisos. Los colores metalizados son "Plata Marfil”, "Gris Ceniza", "Azul Ravenna", "Rojo Intenso" y "Amarillo Cúrcuma". El tono con efecto perlado "Negro Profundo" completa la gama de colores. Independientemente de la pintura, la capota es negra.
Historia
La andadura de Volkswagen en el mundo de los descapotables comenzó en el año 1949 cuando se fabricó el primer escarabajo descapotable. La fórmula resultó todo un éxito con más 330.000 unidades vendidas. Este sería solo el inicio de una exitosa saga de modelos Cabrio integrada por la primera, la tercera, la cuarta y la quinta generación del Golf. Entre estas cuatro generaciones se produjeron un total de 770.000 vehículos Golf Cabrio. El nuevo T-Roc Cabrio abre un nuevo capítulo, siendo el primer SUV de la marca en decirle adiós al techo.
Los clientes canarios ya pueden disfrutar de una auténtica aventura al aire libre desde 22.600€, el VW T-Roc Cabrio ya está en Canarias.
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