VW ID.3, se acabaron los miedos

Ya lo habíamos conocido, incluso pudimos conducirlo durante unos kilómetros en una presentación con Volkswagen Canarias, pero el ID.3 se merecía una prueba de verdad.

Para esta prueba nos planteamos varias posibilidades, pero al final nos decidimos por la más complicada de todas ellas, no tanto en kilómetros pero sí en exigencia, una prueba que para el vehículo eléctrico es la clave.

La ruta elegida fue la que nos lleva desde Maspalomas a La Cruz de Tejeda (49 km.), o lo que es lo mismo, del sur al centro de la isla de Gran Canaria, aunque en un principio era sólo hasta Fataga (18 km.) Pero es que al llegar al pueblo de Fataga y en vista de lo bien que se había comportado el coche decidimos seguir camino.

Como esto de las cifras de consumo siempre depende de las condiciones de la carretera, temperatura, hora, tráfico, etc, a grandes rasgos hablamos de una carretera en excelente estado, en neta subida y bastantes curvas, con un tiempo veraniego.

Reto o agobio

Salimos desde Maspalomas con 290 km de autonomía y un 74% de batería en el Volkswagen ID.3 con batería de 58 kWh y motor de 204 CV. Durante todo el recorrido íbamos dos personas, con el A/A y la música en funcionamiento, haciendo un uso normal del vehículo, con una velocidad de 50 a 60 km/h.

La verdad es que no las teníamos todas consigo, ya que los kilómetros de autonomía bajaban muy rápido a razón de casi el doble o el triple de lo que avanzábamos. Esto tiene su explicación y es que los kilómetros que restas de autonomía se van tomando de muchos parámetros, como si siempre fuéramos en neta ascensión y a ese mismo nivel de exigencia, algo que no es real al 100%.

A la llegada a Fataga la autonomía había bajado en 37 km. o lo que es lo mismo, teníamos 253 km. para llegar a nuestro siguiente punto, que decidimos que sería La Cruz de Tejeda.

Aquí estaba el verdadero reto, la distancia eran 31 km. más y el porcentaje de ascensión era algo más pronunciado. De momento estábamos muy contentos, pero nuestro porcentaje de agobio iba en aumento, algo que posteriormente cambiaría radicalmente.

Seguimos disfrutando de las carreteras de Gran Canaria, en un día que acompañaba al reto, como si de un amigo se tratara, con un cielo despejado y unas temperaturas que rondaban los 23 grados, que maravilla.

Y llegó el momento, aparcamos en el espacio reservado para recargar los vehículos eléctricos sin ningún problema ni agobio, aunque la Cruz de Tejeda estaba a rebozar de gente, otra de las ventajas de estos tipos de vehículos (de momento)

En cuanto a las cifras, que es lo que nos interesa, empezamos a cargar el ID.3 cuando tenía 142 km. de autonomía y un 45 % de batería, habíamos pasado el reto con nota, bueno con sobresaliente, porque la vuelta la íbamos a realizar con dirección a Las Palmas de Gran Canaria y eso era cuesta a bajo.

En resumen, mi agobio pasó a ser reto y a disfrutar de la conducción olvidándome del consumo, que en principio es lo que se busca en un automóvil. Además, bajando recuperamos casi 100 km. de autonomía, más lo que habíamos cargado, iríamos sobrados para Maspalomas.