Abarth 124 Spider, adicto a los sentidos

Cuando se habla de Abarth nos viene a la mente, sin remedio, la competición pura y dura, vehículos muy agresivos, potentes y radicales, que sólo piensan en cómo ir los más rápido posible, manteniendo la legalidad vigente, por supuesto.

Cuando piensas en esto sin remedio, es que el escorpión ya te ha picado y es lo que nos ha pasado a nosotros con el Abarth 124 Spider número 670. Se trata de un coctel, perdón, vehículo que mezcla lo más deseado de un automóvil; libertad, sensaciones, potencia y belleza, es un sentir que nos sabe a gloria.

Menuda alegría nos dieron los responsables de Icamotor, cuando nos invitaron a probar el nuevo vehículo italiano para motoraldia7.com, iba a ser la primera vez que probábamos un vehículo de Abarth y además el más potente de toda la gama, ¿qué más se puede pedir?

La relación entre habitáculo y capó es comparable con la de un coche de carreras. La línea horizontal se alza y se estira hacia atrás, uniéndose con la línea trasera cerca de las luces: es una referencia innegable al 124 Spider clásico.

El diseño se ha desarrollado poniendo el acento en el rendimiento: la entrada de aire amplia en el parachoques delantero y el extractor aerodinámico trasero se han colocado con extrema precisión en el túnel de viento, junto con el alerón trasero y el parabrisas, para optimizar el flujo del aire.

El acabado de las llantas de aleación de 17 pulgadas, el parabrisas panorámico y las barras antivuelco es de color “gris Forgiato”, un color elegido para destacar la audaz inclinación tecnológica del automóvil.

La parte trasera del Abarth 124 Spider se caracteriza por tres elementos: los alerones en forma de cola de golondrina, las luces traseras horizontales que imitan las características de su predecesor y la cuádruple salida de escape que proporciona un sonido de auténtico coche deportivo, “impresionante”.

También su interior respira un aire racing. Los asientos de piel sumamente resistentes y cómodos dan al conductor una posición ideal, lo más baja y retrasada posible, para que pueda percibir todos los movimientos del automóvil. Además, los controles están perfectamente en línea con la constitución deportiva del coche: la posición de los pedales de aluminio, el volante vertical y la palanca de cambios corta aseguran una experiencia de conducción apasionante. El salpicadero cuenta con un amplio tacómetro con fondo rojo puesto en posición central, delante del conductor, y un sistema de arranque sin llave.

La comodidad está garantizada gracias a los asientos con calefactor y a la insonorización producida por el parabrisas, la luneta trasera y la capota de doble capa fonoabsorbentes. La capota está pensada para abrirse y cerrarse con una mano desde el asiento del conductor en pocos segundos. Una vez plegada detrás de los asientos, no ocupa espacio en el maletero

ADN Racing y numerado
Todos los Abarth 124 Spider son probados y certificados por un técnico de Abarth, que les aplica una placa metálica con el número de serie secuencial de cada automóvil a fin de certificar su exclusividad. Los primeros 2500 coches del lote de producción de 2016 serán numerados: automóviles con numeración única para clientes igualmente únicos.

El nuevo Abarth 124 Spider garantiza todas las emociones y la diversión que sólo un verdadero descapotable puede ofrecer. Desarrollado junto con el equipo Abarth Racing, el coche representa los valores más importantes de la marca: rendimiento, capacidad artesanal, excelencia técnica. Este coche está pensado para ponerle una sonrisa en la boca a quien tenga la suerte de conducirlo y eso os lo puedo asegurar.

Para lograr un rendimiento acorde a lo que se espera de él, el Abarth 124 Spider cuenta con un diferencial autoblocante como parte del equipo estándar, algo con lo que no cuenta su hermano el Fiat 124 Spider. El peso se concentra entre los ejes y el motor está montado detrás del eje delantero, garantizando una agilidad incomparable y una experiencia de conducción superior. Su mecánica sofisticada y el uso de materiales especiales han permitido mantener el peso en tan solo 1060 kg, lo que produce una relación entre peso y potencia de 6,2 kg/CV, la mejor de su categoría. Además, la distribución perfecta del peso asegura una respuesta y una agilidad excelentes.

La suspensión del 124 Spider cuenta con una suspensión de doble triángulo superpuesto en la parte delantera y una independiente multilink de cinco brazos en la parte trasera, todo ello con amortiguadores Bilstein. El sistema está calibrado específicamente para aumentar la estabilidad en las esquinas y para la compresión de frenado. La respuesta de la dirección está optimizada gracias a la adopción de una calibración deportiva del sistema de dirección asistida.

170 CV
Debajo del capó se encuentra un motor 1.4 turboalimentado de 4 cilindros, potente, sumamente fiable y dotado de tecnología MultiAir. El motor desarrolla una potencia de 170 CV (aproximadamente 124 CV por litro) y un par de 250 Nm: con una velocidad punta de 232 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos. Además, dado que el sonido del motor es un elemento fundamental de todos los coches Abarth, el equipo estándar incluye el sistema de escape Record Monza de doble modalidad, capaz de modificar la ruta de los gases de escape en función de las rpm del motor, generando un sonido grave maravilloso.

El Spider está disponible con un cambio manual de seis marchas o con una caja de cambios automática secuencial deportiva Esseesse.

El sistema de frenos Brembo, con pinzas de aluminio de cuatro pistones fijos en las ruedas delanteras, asegura una distancia de frenado mínima y una resistencia excelente al sobrecalentamiento, incluso luego de un uso prolongado y agresivo, brindando siempre en el pedal una sensación placentera y de seguridad.

Solo falta el casco
La prueba del Abarth 124 Spider ha resultado toda una gozada, cada cosa que pensamos nada más verlo y arrancarlo, y se confirmaron cuando pudimos saborear su ADN Racing. Ya conocíamos su existencia y teníamos muchas ganas de probarlo, pero para colmo en el Rally de Montecarlo salieron varios de estos modelos en competición (300 CV), no tiene nada que ver, pero ya nos pusieron los dientes largos.

Su presencia no deja a nadie y repito, a nadie indiferente. Tanto si te gustan los coches o no, te deja marca, y si bajamos la capota y circulamos sintiendo el aire en nuestra cara, “ya estas enganchado” el escorpión te ha picado.

Nos cautivo con el sentido de la “vista”, nos atrapó con el sentido del “tacto”, nos “gustó” su línea con reminiscencias del pasado, su perfume racing dejó el sentido del “olor” tambaleando y por último, el sonido de sus escapes embriagó el sentido del “oído” hasta niveles insospechados. 

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