Pruebas
Ford Mustang Mach-E GT
Por primera vez en 55 años, Ford amplía la familia Mustang, llevando al famoso pony a la era eléctrica con el Mustang Mach-E, un nuevo SUV totalmente eléctrico.
Hace solo unos años a nadie se le hubiera ocurrido que Ford sacara al mercado un modelo llamado Mustang, con una carrocería SUV y además 100% eléctrico, ahí nos damos cuenta que el mundo cambio. Gracias a Archiauto S.A hemos podido probar esta maravilla de la tecnología, cosa que todos los usuarios también pueden hacer acercandose a cualquier concesionario.
Para unos ha cambiado a mal y para otros a bien, pero queda claro que la escalada contaminante que se llevaba en el planeta no era sostenible y en eso las marcas de automóviles lo ha sabido entender y cada una de ellas se ha planteado diferentes retos.
El reto de la marca del óvalo azul ha quedado patente con la aparición del Mustang Mach-E, 100% eléctrico, sostenible, pero a la vez robusto, deportivo, con personalidad propia y sobrado de prestaciones.
Fabricado en México, este SUV mide 4,71 metros de largo por 1,88 m de ancho y 1,60 m de alto. Con llantas de 19 pulgadas y neumáticos de perfil altos, el Mach-E tiene una fuerte presencia. Visto de lado, el techo pintado de negro aligera la línea y simulaba una caída tipo fastback. Las referencias a cierto pony car son numerosas: la calandra biselada, los faros con mirada agresiva, las nervaduras en el capó, las aletas traseras ensanchadas o los pilotos traseros son algunos de los guiños más visibles.
Para rematar el conjunto, el famoso caballo salvaje de su logotipo ha cogido protagonismo, desplazando a Ford completamente, me refiero a su logotipo, que no se ve por ningún lado.
Una vez instalado tras el volante, nos encontramos con una disposición clara y moderna. Como en un Tesla, la estrella es la pantalla central vertical, de 15,5 pulgadas y de serie en todas las versiones. Navegación, carga, audio, climatización... Casi todas las funciones se agrupan aquí, en menús muy completos y muy intuitivos. Cabe destacar también la rapidez del software y, el buen gusto a la hora de diseñar la interfaz y las animaciones.
Por otro lado, el nivel de equipamiento en cuestión de confort es soberbio: asientos eléctricos, calefactados y ventilados, volante calefactado, parabrisas calefactado, techo panorámico, puertos USB y USB-C delanteros y traseros. Además, hay numerosos espacios de almacenamiento, sobre todo delante.
Detrás de los pasajeros, el maletero ofrece unos 402 litros de capacidad. Es un valor simplemente correcto en relación a las dimensiones del coche, pero en la media de lo que proponen los SUV eléctricos similares. Lo malo es que tiene un umbral de carga un tanto y podría cansar a las espaldas más frágiles o tocadas.
El Mustang Mach-E está disponible con dos potencias de baterías; 76 y 99 kWh y cuatro potencias; 269, 294, 351 y 487 CV, amén de la posibilidad de elegir entre tracción trasera y 4x4 (los más potentes) y en cuanto a los precios aproximados, está desde los 48.000 hasta los 70.000€ dependiendo de las potencias, baterías y equipamiento.
Con una potencia máxima de carga que alcanza picos de hasta 150 kW (mediante conector CCS) en el proceso de carga de las baterías, los datos oficiales apuntan a que se obtiene 92 kilómetros de autonomía en solo 10 minutos de carga, o la posibilidad de recargar las baterías del 10% al 80% en solo 38 minutos.
Tras el volante
Antes de ponernos en marcha, hay que destacar la comodidad del puesto de conducción, merced a la posibilidad de reglaje del asiento eléctrico y la columna de dirección en profundidad y altura. A parte, la visibilidad es muy buena y el asiento, aunque no sujeta muy bien, sí es cómodo y con un tejido agradable, que si lo unimos a la posibilidad de ventilación interna se merece una mención especial.
Como ya nos tiene acostumbrados los vehículos eléctricos, la aceleración es abrumadora y eso que el coche que probamos es el de 269 CV, no quiero ni pensar el de 487 CV. Por lo que hay que tener especial prudencia a la hora de salir rápido, ya que el trabajo se puede acumular muy fácilmente. A su vez también tenemos la posibilidad de disfrutar de una conducción relajada, que sólo lo puede dar este tipo de vehículos sin prácticamente ruidos.
La suspensión es algo justa para nuestro gusto, pero siempre estará a la altura de cualquier circunstancia y si la balanza se inclina a la comodidad es perfecta. A todo eso unimos una dirección que no transmite mucho pero sí que es precisa y eso ayuda mucho a mover con soltura a este Mustang, que en materia de comodidad está a la altura de los mejores y eso es más de la mitad del camino.
La sensaciones son impactantes, debido sobre todo a la gran cantidad de par motor disponible, a parte de la potencia del motor, que hacen que conducir este nuevo Ford Mustang Mach-E sea todo un placer.
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