Yamaha MT09 Street Rally - Pura sangre

Cuando en Motor al día 7 comenzamos nuestra andadura por el mes de Febrero, no habíamos tenido la oportunidad de probar una de las naked más radicales, la Yamaha MT09. Eran muchas las ganas porque lo que me comentaban de ella me abría el apetito motero. No hemos desaprovechado la oportunidad y aquí les traemos, nada menos que la Yamaha MT09 Street Rally, además creemos que es la única que anda por canarias con estos colores.

Agradecer al amigo Niber, que nos cedió su moto desinteresadamente para que nos diéramos el “gusto” de sentir lo que esta moto puede ofrecer durante todo un fin de semana. Como verán, el artículo lo hemos titulado “Pura Sangre”, y se preguntarán ¿por qué? por dos motivos principalmente. El primero porque esta moto me recuerda un caballo de pura sangre al que hay que domar, hay que tomárselo con calma y cabalgarla durante horas para que puedas llegar a sentir que está de tu mano. El segundo motivo es que hay que tener mucha sangre, “pura sangre” motera, para disfrutar de ella a tope, ya que lo que nos puede ofrecer no está al alcance de cualquiera….es  mucho.

Es una moto que lleva en el mercado más de 2 años, y Yamaha tiró de Valentino Rossi para hacer su presentación a nivel mundial en el Salón de Milán, lo que daba ya una idea de por dónde iban los tiros de este modelo, el Yamaha MT09 Street Rally. Lo más novedoso de esta moto (léase MT09) en su momento, fue su motor tricilíndrico de 847 cc. con cigüeñal calado a 120º croosplane que ofrece 115 CV a 10.000 rpm controlados por la gestión electrónica D-Mode y un par de 87 Nm a 8500 rpm.. Quizás hoy en día a muchos les parezca que son pocos 115 CV, cuando muchas marcas ya llegan a casi los 160 CV y algunas, más. Pero de eso nada son 115 CV muy, pero que muy aprovechados.

Es un motor muy poderoso que ofrece sensaciones por cualquier régimen de revoluciones que te muevas, pero literalmente desde abajo y hasta donde quieras llegar, aunque sinceramente subir por encima de las 8000 rpm me parece una burrada, o mejor dicho, se me ocurre que por encima de las 8, solo se pueden hacer burradas. No es necesario llegar a tanto, pero ahí están para el que pueda.
La gestión del motor lo podemos hacer con tres modos de conducción: el A, estándar y B (orden en el que aparecen en el display). El B es el más dócil de todos, ideal para asfalto mojado y conducción en ciudad. El estándar se me antoja el más utilizable en todos los casos y es el que por defecto se te queda programado cada vez que pones en marcha la moto. Por último el A, que es donde el motor lo ofrece “todo”, si si todo y sin cortapisas. En este mapa tienes que tener cuidado con el acelerador porque si no es así, casi no vas a utilizar la rueda delantera, te la encontrarás en el aire casi siempre. Destacaría el sistema de cambio de modos de conducción desde la piña derecha del manillar, ya que con una sola pulsación (gas cortado) puedes cambiarlo, incluso en marcha. De lo más sencillo y rápido que hemos podido probar.

La Yamaha MT09 Street Rally se diferencia de la MT09 a secas, por ligeros cambios estéticos que le sientan muy bien. Principalmente nos encontramos cambios en su carrocería, como en su frontal que incorpora una placa encima del faro y que llega a cubrir totalmente el manillar. Justo debajo también un pequeño aditamento que hace las veces de “guardabarros” elevado, además de nuevas placas laterales del depósito de combustible (14l). En cuanto al asiento, que en este caso ha sido sustituido por uno de dos niveles (nos resultó súper cómodo) venía de serie con uno totalmente liso de un solo nivel, y que es ideal con el espíritu Súpermotard que le han querido dar a la moto. Se ve espectacular y es continuamente observada allá donde la lleves. Bueno poco más que decir, ya que es una moto muy conocida por todos en cuanto a su equipamiento y estética Naked.

Me voy a central en mis sensaciones. La verdad, reconozco que al principio iba un poco “cortado” por todo lo que me habían dicho de ella, pero sobre todo de su motor y de las reacciones casi inmediatas a su acelerador, y al no disponer de control de tracción la cosa imponía. Razón tenían en todo lo que me había dicho.

Como siempre cada vez que recojo una moto, suele ser los viernes por la tarde, en este caso un jueves, lo primero que hago es darme una vuelta por la ciudad, para hacerme a sus cambios y demás, e ir conociéndonos. Un poco de autovía, una subida al barranquillo, algo de callejeo y para casa. De entrada me sorprendió su posición de conducción, en la que quedas totalmente acoplado a su depósito y con el manillar cerca para que te puedas agarrar bien y apoyarte mucho en la rueda delantera. Ya su motor me decía que tenía todo lo que quisiera y más, a solo un toque de acelerador, ¡¡que pasada!! (Todavía circulando en modo B) De los frenos decir que son suaves y contundentes cuando los necesitas, por lo menos así lo sentía hasta el momento.

El viernes solo pude darme una vueltita para saludar a Javier Oramas, (responsable de ventas de Yamaha), para que me diera unos consejos sobre su conducción (aparte de los que ya me había dado el amigo Niber) y hablar largo y tendido sobre sus bondades. Después un paseíto hasta Firgas, ya en el programa estándar, para probarla por la circunvalación de Arucas, especialmente la subida del final por La Goleta, que llega hasta Firgas. Como camina la niña y como responde, no dejaba de sorprenderme. Ya el sábado pude salir a dar una vuelta un poco más larga, yo solo de nuevo para no explayarme mucho, que me conozco.

Enseguida te ves circulando rápido con ella, es una moto para ir ligerito, te lo pide el cuerpo. El chasis se comporta de maravilla junto con la parte ciclo y unas cubiertas que ya Niber ha cambiado a unas Continental (Conti-race ATTACK) que van muy bien, son casi unos slick. Solo echo en falta la instalación de un amortiguador de dirección, ya que como decía más arriba, la rueda delantera va casi siempre en el aire cuando aceleras fuerte, y no estaría de más.

El modo A, madre mía agárrate fuerte a su manillar y cierra las piernas contra el tanque de combustible porque verdaderamente vas a sentir aceleraciones bestiales. Hay que agarrarse y no es decirlo por decirlo. En una ocasión pude sentir como el cuerpo se me quería quedar atrás y con las manos tuve que agarrar más fuerte el manillar porque se me soltaban. Es alucinante como transmite sensación de aceleración, es brutal. Todo esto no es exclusivo de la Yamaha MT09 Street Rally sino que es un denominador común de la gama MT09.

En la fotos se puede ver como se levanta (foto realizada en zona totalmente cerrada al tráfico y al paso de personas) y lo hace solamente acelerando, no hace falta nada más y es capaz de hacerlo casi en cualquier marcha. En definitiva Yamaha con este motor ha marcado un hito en cuanto a prestaciones de un tricilíndrico y hoy en día, casi tres años después de su salida al mercado y con nuevas incorporaciones de seguridad como el control de tracción, han conseguido dulcificar un poco sus prestaciones.

Agradecer de nuevo a Niber, el propietario de la moto, que la cediera para la realización de la prueba. A propósito la moto está en venta, y la recomendamos por lo bien cuidada que está, extras que incorpora y los pocos kilómetros que tiene. Si estás interesado en ella ponte en contacto con nosotros a través de nuestro correo info@motoraldia7.com.

¡¡Nos vemos en la carretera!!