Kia Stonic, algo más que un lavado de cara

El Kia Stonic se ha dado una buena puesta al día y, esta vez, no hablamos solo de un lavado de cara rápido antes de salir de casa. La marca coreana ha aprovechado el facelift para darle una vuelta bastante seria a su crossover urbano, con la clara intención de seguir siendo uno de los modelos más equilibrados —y apetecibles— del segmento B-SUV

Por fuera, el Stonic adopta con más decisión el lenguaje de diseño “Opposites United”, lo que se traduce en una imagen más moderna y con más personalidad. La nueva firma luminosa Star Map, los paragolpes rediseñados y unos detalles más marcados en la parrilla y la zaga hacen que el coche se vea más maduro, sin perder ese punto desenfadado que siempre ha sido parte de su encanto. Apenas crece en tamaño, pero sí en presencia, especialmente con las nuevas llantas y los colores Adventurous Green y Yacht Blue, que le sientan francamente bien.

Interior, evolución digital

Dentro es donde llega uno de los saltos más interesantes. Kia ha decidido acercar el Stonic a segmentos superiores con una doble pantalla panorámica de 12,3 pulgadas que cambia por completo la percepción del habitáculo. Todo resulta más tecnológico, más limpio y mejor resuelto, desde el nuevo diseño del salpicadero hasta los mandos táctiles para el climatizador. A esto se suman detalles muy de 2025, como la conectividad inalámbrica, los puertos USB-C o la iluminación ambiental, pensados claramente para un público que vive con el móvil siempre cerca.

En el apartado mecánico, Kia juega la carta de la sensatez. El Stonic mantiene motores de gasolina eficientes y añade una opción mild-hybrid para quienes buscan un extra de eficiencia sin complicarse con enchufes. Es una solución lógica para una Europa que avanza hacia la electrificación a ritmos desiguales, y encaja bien con el enfoque práctico del modelo.

La seguridad tampoco se queda atrás. El Stonic incorpora un completo paquete de asistentes a la conducción que hasta hace no tanto eran casi exclusivos de coches más grandes y caros. Ayudas para evitar colisiones, mantener el carril o vigilar los ángulos muertos refuerzan su perfil como coche urbano, pero perfectamente válido para viajes largos.

En conjunto, este Kia Stonic facelift no pretende reinventar la rueda, pero sí pulirla hasta dejarla muy redonda. Es más atractivo, más tecnológico y más seguro, sin disparar el precio ni perder su carácter accesible. Ya está en los concesionarios desde 19.190 euros, y con esta actualización deja claro que sigue teniendo mucho que decir entre los crossovers urbanos… y que no piensa ceder su sitio fácilmente.