El Kia e-Niro, una alternativa viable

El Kia e-Niro es el modelo 100% eléctrico con 455 km de autonomía y 204 CV, de una gama con dos modelos más; el Niro Híbrido e Híbrido enchufable, y el cual hemos podido probar gracias a Kia Canarias.

Y empezando por lo básico, el diseño ya es conocido, pero el e-Niro cuenta con algunos detalles que saltan a la vista, como unas tomas de aire rediseñadas; luces diurnas LED en forma de flecha combinadas con elementos en color azul claro; y la toma de carga con el logo Niro en bajorrelieve integrada en la parrilla ‘tiger nose’.

La base del Niro nació pensando en el modelo eléctrico, por lo que la introducción del sistema eléctrico y su batería ha provocado un mínimo impacto en el espacio del e-Niro. Con 4.375 mm de longitud, proporciona más volumen de carga, 451 litros, ampliables hasta 1.405 litros, que muchos otros vehículos enchufables y eléctricos. Bajo el suelo del maletero hay un espacio de carga específico para que los usuarios guarden ahí el cable de recarga.

Para sacar máximo partido a esta tecnología, las levas que lleva detrás del volante del volante, no son para cambiar de velocidad, sino que permiten al conductor escoger entre cinco niveles de recuperación de energía para la batería: uno, dos, tres, ‘One Pedal’ y ‘off’. El modo ‘One Pedal’ activa el grado más alto de regeneración de energía en frenada y su nombre se debe a que, en condiciones normales, el conductor puede controlar la velocidad del vehículo sólo modulando el acelerador porque al levantar el pie, hay un efecto de retención moderado para recuperar energía cinética.

El e-Niro también dispone de un modo automático de regeneración, con el que el sistema ajusta el nivel de energía recuperada por sí mismo en función de las condiciones de circulación y con ayuda del control de crucero inteligente.

Equipamiento

Kia Canarias lanza el nuevo e-Niro con un equipamiento muy completo y de alto valor tecnológico. Empezando por el freno de estacionamiento eléctrico que se activa mediante un botón de la consola central y que se desactiva automáticamente al iniciarse la marcha.

Al volante del e-Niro, el conductor puede adaptar su experiencia de pilotaje al contar con el Drive Mode Select. Sus cuatro modos, (Eco, Eco+, Normal y Sport) varían el nivel de esfuerzo que requiere el volante y modifica ligeramente el carácter del sistema de propulsión. El primero y el segundo dan prioridad a la economía de consumo, mientras, en el otro extremo, el Sport aumenta la reacción al pedal del acelerador y permite una aceleración máxima, así como una mayor dureza en el volante para un tacto de conducción más deportivo.

En lo que a asistentes de conducción se refiere, el equipamiento del e-Niro también está a la altura de su sistema de propulsión. Proporcinando de serie la gestión de estabilidad del vehículo (VSM) que, al detectar una pérdida de adherencia, activa el control electrónico de estabilidad (ESC) e interviene en la dirección con asistencia mediante un motor eléctrico para ayudar a que el conductor mantenga el control.

El e-Niro también dispone del aviso de colisión frontal, el asistente de frenada de emergencia, el control de crucero inteligente con función de parada y arranque automática y el asistente dinámico para luces de carretera. Uno de los asistentes más avanzados de los que dispone es el de mantenimiento de carril que funciona entre los 0 y los 130 km/h y que sitúa a este modelo en un nivel 2 de conducción autónoma. Lo hace monitorizando los coches que le preceden y las líneas de la carretera manteniendo al e-Niro dentro de su carril en vías de un solo sentido controlando la aceleración, la frenada y la dirección al mismo tiempo que mantiene la distancia de seguridad. Por último, también está equipado con un detector de fatiga del conductor.

Cómodo y práctico

El interior explota al máximo las posibilidades en términos de espacio y funcionalidad que ofrece un sistema de propulsión cero emisiones. Se diferencia del de otras versiones del Niro por una serie de nuevas funciones y elementos de diseño.

Al prescindir de la palanca de cambio, ésta se sustituye por un dial giratorio integrado en un panel que integra otros mandos como el freno de estacionamiento eléctrico, el selector de modos de marcha, los sensores de aparcamiento y la función ‘auto hold’. El espacio libre que deja el túnel de transmisión ha permitido crear un gran espacio de almacenamiento en la base de la consola central.

El salpicadero tiene un acabado azul claro y las puertas reciben unas nuevas molduras en negro brillante y azul que, junto al nuevo sistema de iluminación ambiental, crean una atmósfera muy futurista en el interior. El tapizado puede ser de tejido y piel sintética color negro o piel natural color gris oscuro.

En el centro del salpicadero hay una pantalla táctil de siete pulgadas que ofrece una serie de funciones específicas para vehículos eléctricos de Kia. Permite que los ocupantes localicen los puntos de recarga próximos, controlen el nivel de carga y la autonomía restante. Este interfaz HMI hace posible introducir la hora aproximada de salida del próximo viaje, con lo que el coche se calienta hasta la temperatura deseada antes de la partida. La función de control de la carga también gestiona de forma inteligente el flujo de electricidad hacia la batería durante la recarga, para aumentar la vida útil de la batería.

La instrumentación con una pantalla en color LCD, también siete pulgadas, muestra la información de la conducción y de la carga de la batería durante la marcha. También se evalúa el estilo de conducción de quien esté al volante.

Con dos versiones de acabado, Spirit y Klass, en Canarias se comercializa con un precio que parte de los 32.925 euros. Ambas variantes cuentan con automatismos para luces y limpiaparabrisas, climatizador automático y asistente de aparcamiento trasero con cámara y líneas dinámicas.

Conclusión

Después de haber probado varios vehículos 100% eléctricos, todos ellos asiáticos, está claro que debemos ir haciéndonos a la idea que el avance imparable de estas tecnologías no son cosas de la moda de turno. Con ello, deberemos también cambiar el “chip” de conducción y acostumbrarnos a su especial manejo si queremos sacarle el máximo partido.

Sí, porque las prestaciones que ofrecen estos coches son de auténticos deportivos, aunque no es su cometido real, dado que entonces su autonomía cae verdaderamente en picado. Ahora bien, si sabemos controlar el pedal del acelerador y gracias a la información que nos ofrece el cuadro de instrumentos, conociendo instantáneamente si estamos haciendo una conducción “económica” “normal” o “agresiva”, podremos aprovechar todo su potencial.

El tema de las recargas es otro de sus puntos clave, pero utilizando las herramientas que tenemos a nuestro alcance, como; electromaps.com o la APP de GCHARGE, ahora es relativamente fácil encontrar un punto donde reponer la batería del vehículo eléctrico. Además, con un enchufe normal, y en una carga de unas 8 horas, podremos tener una autonomía de unos 180 km, con lo que ahora mismo ya se ve claramente la luz de la viabilidad del vehículo eléctrico.