El Rally Santa Brígida abrió la puerta

La XXXVI edición del Rally Villa de Santa Brígida pasará a la historia por varios motivos y todos recordarán la competición que abría la puerta nuevamente tras el cierre impuesto por el Estado de Alarma en España, Europa y prácticamente todo el mundo.

El primero de los motivos es el de ser el primer evento de masas realizado con autorización del Cabildo de Gran Canaria y las autoridades sanitarias competentes. Donde DGJ Sport Team, entidad organizadora del evento, trabajó muy duro para poner en práctica con complejo nuevo protocolo sanitario que llevado a la práctica en una prueba automovilística resulta más complicado si cabe.

Desde el presidente de la Real Federación Española de Automovilismo, hasta el último de los aficionados, se han volcado en elogios para la organización del Rally Villa de Santa Brígida, que tenía más posibilidades de no celebrarse que de hacerlo, pero que con una implicación al 110% de todos sus componentes, así como las distintas federaciones locales y escuderías colaboradoras lo hicieron posible.

Ahora, Canarias volverá a ser el espejo donde todos se miren cuando quieran hacer una prueba automovilística.

El segundo de los motivos está en la afición isleña, que supo estar a la altura de las circunstancias y pasar con sobresaliente el duro examen que se le imponía, si querían volver a disfrutar de su deporte. Muchos ojos estuvieron puestos en todos los aficionados que se movilizaron para seguir el Rally Villa de Santa Brígida y muchos eran escépticos de que esta prueba se pudieran realizar. Pero las pruebas están ahí, fue todo un éxito.

Y el tercero de los motivos está en la parte deportiva, donde Yeray Lemes y Rogelio Peñate (Hyundai i20 R5) ganaban juntos, por primera vez en su palmarés, la prueba del centro de la isla de Gran Canaria. En una competición de auténtico infarto, en donde tuvieron que darlo todo para doblegar a Luis Monzón y José Carlos Déniz (Citroën C3 R5) a priori favoritos a ganar la prueba de su pueblo. Algo que seguro deparará próximas luchas en donde disfrutaran todos los aficionados.

Prensa

Sólo hay un pequeño “pero” y es del trato a la prensa especializada que sigue todas las pruebas automovilísticas. Esa prensa a la que, nos han “recomendado” tener (pagando claro) una licencia de Servicios Profesionales emitida por la Federación Canaria de Automovilismo. Además, para este Rally en concreto, se nos pidió hasta nuestro DNI (protocolo Covid-19) con lo que nos tenían a todos fichados, además de conocernos todos en prácticamente su totalidad.

Todo esto no sirvió de nada, ya que en todo el recorrido del rally (tramos cronometrados) no había un hueco específico para la prensa, teniendo que lidiar y luchar por un espacio como un aficionado más, perdón sí había un espacio en el Parque de Trabajo. Y mejor no hablamos de un aparcamiento.

También hay que mencionar a los compañeros de las radios en directo, algo que sólo ocurre en Canarias y que lleva el rally a todos los aficionados, donde quiera que estén. Ellos sufrieron algo más si cabe, ya que no pudieron captar las primeras impresiones de los equipos a su llegada a la meta de cada tramo. Seguro que simplemente con una reunión previa o comunicación entre organizador y medios radiofónicos, se hubiera podido buscar una solución y más ahora que ya estamos en el termino del Estado de Alarma.

Una parte muy importante de una prueba automovilística es su repercusión mediática, para poder mostrar a sus patrocinadores, ya sea instituciones o empresas, el evento en todo su esplendor. Para ello, debe haber una complicidad entre la prensa y los diferentes organizadores, para que todos puedan hacer su trabajo de la mejor forma posible, sólo hace falta querer hacerlo. Aquí estamos todos para empujar en una misma dirección.