Duelo en los tramos tinerfeños

Nadie, o mejor dicho, muy pocos, daban como favoritos a Enrique Cruz – Yeray Mujica y al Ford Fiesta R5, para que este año pudieran conseguir alguna victoria, era algo poco probable. Era la primera vez que se ponían a los mandos de un 4x4 con motor 1.6 turbo y, primera vez en un R5, con todo lo que eso conlleva de aprendizaje, además de los múltiples reglajes que están a su disposición. En resumen, lo tenía todo en su contra …

Pero llegó, vio y venció, como Julio Cesar en el Imperio Romano, o como decimos por estas tierras, “arrasó” y, eso no ha sido fácil para sus rivales, que prácticamente no se lo creían.

Ahora vuelve a verse las caras con los dos pilotos de referencia en Canarias, sin ninguna acritud sobre el resto, Luis Monzón – José Carlos Déniz y Yeray Lemes – Rogelio Peñate.

Empezamos por Monzón y Déniz, que con el Citroën C3 R5 que estrenaban este año, son los que más cerca están en la clasificación. Luis está en plena forma y con muchas ganas de ganar, para lo que se ha preparado a consciencia con unos exhaustivos reconocimientos de los tramos. Pero también está el factor máquina y por ahí también ha hecho los deberes, con una nueva caja de cambios y una mejor puesta a punto de la suspensión y electrónica del motor.

Sin duda alguna el que más hambre de victoria tiene es Yeray Lemes, que este año no ha tenido a la suerte de su lado. A nadie se le esconde el talento del piloto lanzaroteño, pero ha encontrado un durísimo rival, que le está planteando cambiar algunas cosas y lo dejo ahí. En cuanto a su Hyundai i20 R5, parece que ya está al 100% tras la victoria en el Rally de Maspalomas del fin de semana pasado, en donde surgieron algunos problemas con el tren trasero que se solucionaron, amén de ese fallo en el sensor del acelerador que lo dejó fuera en Tenerife.

En estos momentos, el mejor situado de los tres es Enrique Cruz, que ya cuenta en su palmarés con dos victorias y son sus adversarios los que se la tienen que jugar, pero visto lo visto nadie va a bajar la presión al pedal del acelerador, con lo que el duelo está servido.